lunes, 28 de diciembre de 2015

¿Hacia dónde se circula en un círculo de danza, a la derecha o a la izquierda?



Entre los muchos cambios que se han realizado últimamente en la danza azteca, de esos cambios que alteran o modifican un orden ya establecido con anterioridad, o dicho de otra manera: de entre las muchas cosas que se hacen mal en las formas de la actual danza azteca, está el de circular dentro del circulo de danza (valga la redundancia) en el sentido de las manecillas del reloj, es decir, a la izquierda del danzante.
Intentare explicarlo mejor. Cuando una persona va a entrar a un círculo de danza, después de sahumarla y recibirla, viene lo que conocemos como “darle su lugar” dentro del círculo de danza, entonces la persona que “acomoda” lleva caminando a la persona que acaba de entrar, la “circula”, en el sentido de las manecillas del reloj (a la izquierda), hasta dejarla en lo que va a ser su lugar para danzar. También observamos esta forma de circular (en el sentido de las manecillas del reloj) con los regidores de las danzas (las terceras palabras), que para ir a entregar las danzas, en lugar de circular por su derecha (como siempre había sido) ahora están circulando por su izquierda. Por supuesto, lo mismo hace el danzante que va a guiar o a llevar la danza: el danzante recibe el chicahuaztli o la palabra y circula hacia su izquierda.
Cabe mencionar que hay danzantes que ya ni siquiera circulan (peor aún) ni a la izquierda ni a la derecha, sino que pasan directamente, desde el lugar en que se encuentran, al centro o frente al momoztli para hacer “su” danza.  

Bueno, entonces, ¿hacia dónde se debe de circular en el interior de un círculo de danza? ¿Hacia la izquierda (en el sentido de las manecillas del reloj), o hacia la derecha (en el sentido contrario de las manecillas del reloj? Como mencione anteriormente, siempre se había circulado hacia la derecha, en el sentido contrario de las manecillas del reloj, por lo menos hasta antes de este nuevo milenio. Y esta forma de circular se hacía tanto en los grupos de mexicanidad como en los de tradición conchera (por supuesto). Fue en los actuales grupos de danza de mexicanidad donde se comenzó a alterar este orden ya establecido, pero ¿por qué?, creo, en primera instancia, que esto sucedió por un desconocimiento e ignorancia de los fundamentos, por parte de los actuales y modernos danzantes, y por supuesto de sus jefes de danza que permitieron alterar dichas formas.
 
Con lo anterior estoy diciendo que la forma correcta de circular en el interior de un círculo de danza es a la derecha, en el sentido contrario de las manecillas del reloj, tanto para ir a entregar las danzas, como para ir a hacer la danza, o para ir a acomodar a los que acaban de ingresar al círculo. Bien, ¿y por qué a la derecha? ¿Qué es aquello que fundamenta que se haga a la derecha? Existen, al menos, seis razones para indicar por qué se debe circular a la derecha: 1. Tradición dancística, 2. Códice Durán; 3. Movimiento natural terrestre; 4. El Momoztli; 5. La Piedra del Sol; 6. Salutaciones antiguas (fuentes del siglo XVI).
 
1.       Tradición dancística. Circular por la derecha es algo que se viene haciendo desde siempre en la tradición conchera; y en los grupos de danza de mexicanidad, al menos desde finales de la década de los 80. Es, o era, una práctica que se enmarcaba en las formas tradicionales de la danza. A mucha gente no le gusta “lo tradicional” y podría pensar o decir “¿y qué tal si esa forma tradicional está equivocada o errada, y sólo por ser tradición la seguimos?”. El planteamiento es correcto, de hecho no sólo es correcto, es necesario, porque con esa forma de pensar se pueden erradicar “tradiciones” no fundamentadas. Sin embargo, no es el caso para esta forma, y aquí es donde entran las otras cinco explicaciones que intentaran fundamentar esta tradición dancística.  


2.      El Códice Durán: La lamina 30 del Códice Durán muestra lo mencionado por el fraile dominico en el capítulo XXI de su obra, en el que refiere a “…las escuelas de danza que había en México…”. En la pintura del códice se puede observar claramente como el círculo de danzantes se está desplazando en el sentido contrario de las manecillas del reloj, es decir, a la derecha. En realidad, no sólo es el códice Durán, existen otros códices en los que se aprecia el mismo sentido de movimiento.
 
3.       Movimiento natural terrestre: Todos los que somos danzantes hemos escuchado alguna vez que los movimientos que hacemos en la danza reproducen o simbolizan a los cuerpos celestes, los movimientos de los astros o de la tierra (el planeta), y por eso se le llama también a nuestra danza: danza cósmica. Pues bien, el movimiento interno del círculo de danza no es la excepción. El movimiento interno del círculo de danza se debe mover justo como el planeta tierra, a la derecha, ¿cómo podemos observar esto?, hagamos un ejercicio de imaginación y de visualización: Si nos colocáramos arriba del polo norte de nuestro planeta y viéramos el movimiento natural que el planeta tiene en su movimiento de rotación, podríamos observar como el planeta gira (se mueve) en el sentido contrario a las manecillas del reloj.


4.       El Momoztli: Esta sea tal vez la explicación más adecuada, la más correcta, y la más simbólica. Y más que explicación, el fundamento principal de por qué nos debemos de desplazar a nuestra derecha en el círculo de danza. Este fundamento tiene que ver con los principios y la cosmovisión de la tradición conchera. Alguna vez le pregunte al Capitán de la Mesa del Sr. del Sacromonte, de Amecameca, el Jefe Gabriel Hernández Ramos, que por qué nos movíamos a nuestra derecha en el círculo de danza, “¿a nuestra derecha?”, respondió, y esa fue la primera enseñanza. El problema consiste en que queremos ver todo desde nuestra posición, desde nuestro “yo”, desde nuestra perspectiva individual. “En realidad —me dijo— no nos movemos a  nuestra derecha, vamos a la izquierda del altar (del momoztli)”. El Altar o Momoztli, o como otros le llaman, tlalmanalli o xictli, es en realidad —además de lo más sagrado porque en él está el fuego y representa al sol—, la referencia principal del danzante, todo gira y se mueve alrededor del Altar o Momoztli, es decir, lo más importante en un círculo de danza es el momoztli, no el danzante,  o dicho de otra manera, lo más importante es la posición del momoztli. El momoztli nos mira de frente a los danzantes; mira de frente a los que van entrando a la danza, mira de frente a los que guían o llevan la danza, el momoztli nos ve. Entonces, en realidad, nos estamos moviendo a su izquierda, cuando entramos a un círculo de danza, cuando nos dan la palabra y vamos a hacer una danza, nos tenemos que mover a la izquierda del altar, son las formas correctas y de respeto. En un lenguaje simbólico, nos estamos moviendo a la izquierda del sol, a su izquierda.


5.       La Piedra del Sol, también llamada Tonalmachiotl (machote –modelo- del sol) nos ofrece otro ejemplo, o refuerza la idea central, del movimiento natural terrestre, que es en contra de las manecillas del reloj (a la derecha). Tiene la Piedra del Sol tallados en su centro los cuatro soles o eras anteriores a la humanidad actual. El orden de los 4 soles es el siguiente: Primer Sol: Sol de Tierra (4-Ocelotl); Segundo Sol: Sol de Viento (4-Ehecatl); Tercer Sol: Sol de Lluvia de Fuego (4-Quiahuitl); Cuarto Sol: Sol de Agua (4-Atl). Pues bien, ¿qué es lo significativo de todo esto para nuestro tema?, que el orden en que están dispuesto los soles, el sentido de dirección de todos ellos, es en el sentido contrario a las manecillas del reloj, es decir, a la derecha.


6.       Salutaciones antiguas (fuentes del siglo XVI): Mencionan algunos de los frailes —como fray Bernandino de Sahagún y fray Diego Durán—, la forma en que saludaban los antiguos mexicanos a los rumbos ofreciendo copal. El orden que estos seguían es altamente significativo. Dicen las fuentes escritas que primero ofrecían copal al oriente, después al septentrión (norte), luego al poniente y por ultimo al meridional o austral (sur). Así que, si observamos, la forma de ofrecer copal a los rumbos, en un plano horizontal, es en contra de las manecillas del reloj.
Seis han sido los argumentos aquí mostrados para indicar por qué debemos movernos o circular a la derecha en un círculo de danza, o mejor dicho, a la izquierda del altar.
 


Muchas cosas están cambiando en la actual danza azteca. Muchos de estos cambios alteran un orden ya establecido. Algunos cambios pudieran ser benéficos y enriquecer las formas de la danza (los menos), pero otros cambios, mientras no se revisen sus principios o fundamentos, pudieran ser muy perjudiciales. Así que, creo que hay que tener cuidado con incorporar todos los cambios que se presentan, hasta parece una moda tener que aceptar los cambios sólo porque otros lo hacen. Me parece que lo primero que hay que hacer ante cualquier cambio es preguntarnos ¿qué se  está alterando, qué se está modificando y por qué? Y lo segundo, es preguntarnos si los nuevos cambios que llegan se fundamentan, se sostienen o se respaldan en la cosmovisión del México antiguo o en alguna fuente confiable.
Tlazohcamati.
Por: Yaoehecatl KM


 

 

 

 
 


martes, 22 de diciembre de 2015

Los “relevos australianos”: las nuevas “formas” de la danza azteca.



Fue el Jefe Ozomahtli quien me dijo que a esa manera de hacer la danza le llamaban “relevos australianos”; eso fue hace 3 o 4 años, en una ceremonia allá en Tlatelolco. Ya había visto antes esa forma de “danzar”, pero no sabía cómo le llamaban en el argot dancístico (aclaro que no fueron los tlatelolcas los que hicieron ese tipo de danza, sino unos invitados de ellos a esa ceremonia). Fue en la segunda mitad de la primera década del nuevo milenio, cuando empecé a observar esta forma de danzar tan… compartida. Desde la primera vez que la vi, me pareció una falta de respeto a la misma danza, a sus formas antiguas, a sus maneras; lo que veía me parecía en realidad algo aberrante.
Los “relevos australianos” consisten en que, pasa un grupo de personas –que pueden ser desde tres hasta cinco, o más–, y cada una de estas personas va haciendo una flor de la danza; el “danzante” termina de hacer “su” flor, o la flor que él “puso” (dos veces, por supuesto, nada más faltaba que ya ni este principio se cumpliera), y le pasa el “relevo” de la danza a otro de sus compañeros “danzantes”, quien presto y presuroso “pone” otra flor, y así, se van “pasando” las flores, cada danzante hace una flor diferente, en un principio, después ya no importa, pueden repetir la misma flor dos o hasta tres veces, parece que aquí lo importante es hacer muchas flores, no importa cuántas (no conocen o no les interesa un número simbólico), aquí lo que les interesa a estos bailarines es hacer una gran cantidad de pasos, muchos, “pa’ que se vea” que saben mucho de "danza", de pasos, de flores; no importa si el resto del círculo de danza ya no los está siguiendo, ellos siguen “concentrados” en lo suyo, que es demostrar que son muy buenos “danzantes”, aunque ya casi nadie los pueda seguir en “su danza”.
A finales del siglo pasado, se empezó a observar una conducta poco usual en la forma de hacer la danza en los grupos de mexicanidad (que ahora algunos llaman “culturales”… ¿de dónde salió ese término?) y que después se puso de “moda”, y que consistía en que, cuando le daban danza a una persona, esta iba y sacaba a danzar a varias personas con ella, como apoyo para su danza; las personas que le acompañaban eran tres o cuatro, lo cual –en ese entonces– eran muchas personas en el centro para hacer la danza, pero no llevaban todas esas personas la danza, es decir, no se "rolaban" las flores o los pasos de la danza, sólo la persona que les había invitado a danzar, guiaba la danza; o en caso de que la persona que en primera instancia había recibido la palabra para hacer la danza y no supiera danzar, entonces le pedía a alguna de esas personas que por favor llevara o guiara la danza en su lugar, es decir, en ese tiempo, sólo una persona llevaba la danza.

En la primera década del año 2000, las cosas comenzaron a cambiar drásticamente (y de manera lamentable). En los aniversarios o ceremonias de los grupos de danza o calpullis o círculos de danza,  muchas personas –entre ellas jefes de grupo– comenzaron a adoptar la moda de sacar a todo su grupo a danzar cuando les era entregada la palabra para guiar la danza en la ceremonia. Así que teníamos un montón de gente en el centro “llevando” la danza. Un verdadero caos y desorden dancístico; además de que desplazaban de su lugar a las personas que ocupaban esa parte del círculo. Una innovación (sacar a todo su grupo) que alteró las formas antiguas. Esto continúa a la fecha.

Mucho  han criticado los grupos de danza de mexicanidad a la tradición conchera en muchas cosas, pero en la tradición conchera no suceden este tipo de situaciones, de ir toda una mesa a hacer “su danza”, o al menos no se observan faltas en las formas con la frecuencia como se ven en los grupos de mexicanidad. En los grupos de danza de tradición conchera más tradicionales –valga la redundancia–, aún se conserva el que sólo una persona guía la danza, o dos, no más. Y por lo regular son personas con cargo los que llevan la danza, generales, capitanes, sargentos, no los “soldados”, no los nuevos, no los que apenas empiezan, no los que llevan poco camino recorrido, sino aquellos que, no solamente tienen más tiempo y tienen un cargo sino que también, saben danzar; cosa contraria de los grupos de mexicanidad: algunas personas apenas saben dos, tres danzas, no llevan ni dos años danzando, y ya andan guiando o llevando danzas.
En los documentos antiguos del siglo XVI, específicamente en las obras de fray Diego Durán y fray Bernardino de Sahagún –Historia de las Indias de Nueva España e Islas de la Tierra Firme, e, Historia General de las Cosas de la Nueva España, respectivamente–, cuando estos autores mencionan de la forma en que los antiguos mexicanos hacían la danza, además de los elementos que las componían, mencionan y dejan muy claro que una persona o “sólo dos guiaban la danza”, no más.

En la década de los 90 del siglo pasado, en los grupos de danza de mexicanidad, sólo una persona guiaba la danza. Podía esta persona sacar a un amigo a danzar con él o con ella, y eran dos personas en el centro del círculo de danza, y tal vez hasta tres o cuatro, no más, pero sólo una llevaba la danza. No pasaba todo un mar de gente a hacer la danza, no pasaba todo un calpulli a hacer la danza, y mucho menos se pasaban o se “rolaban” las flores como ahora estilan muchos “danzantes” en los “relevos australianos”.

Las formas de la danza han cambiado mucho desde apenas un par de décadas, se han alterado en gran manera. Parte de esto se debe a que no se comprende cual es la función (o las funciones) de la danza, es decir, sus objetivos (¿para qué y por qué se danza?). La mayoría de estos “danzantes” (mejor dicho: bailarines) sólo bailan para mostrar su capacidad y habilidad "bailadora".

Concluyendo. Los abuelos, nuestros ancestros, dejaron formas bien establecidas en la manera de hacer la danza, una estructura bien definida, basada en los principios de su cosmovisión. ¿Por qué alterarlas,cambiarlas o modificarlas?

La responsabilidad de estos cambios compete a muchas personas, pero la responsabilidad mayor compete a los actuales y modernos jefes de los grupos de danza azteca, mexica o anahuaca.


Por: Yaoehecatl KM

martes, 15 de diciembre de 2015

¿Por qué han cambiado tanto los pasos de la danza?



Basta, tan sólo, ir a cualquier ceremonia de danza –sobre todo de mexicanidad– para darnos cuenta lo mal –lo mucho pero mucho muy mal–,  que ésta se encuentra. Desde las formas del ritual: cuando se recibe a la gente, es decir, el cómo se debe recibir, cómo se debe sahumar, quiénes deben sahumar (hay un caos al momento de entrar a un círculo de danza, hay un caos con la sahumación, con la organización); por dónde se le circula para darle un lugar a la gente que va llegando o acaba de entrar, el acomodo de las personas,  el acomodo de los jefes, la forma de abrir una ceremonia, la colocación del momoztli, la entrega de las danzas, los que van a hacer su danza, la forma o manera en que ejecutan su danza, y no se diga ya los pasos de las mismas danzas. Es increíble, sorprendente y hasta molesto –muy molesto en ocasiones–, observar cómo se han alterado, modificado y tergiversado los pasos de las danzas o las danzas mismas (completas), en tan sólo un par de décadas. ¿Por qué hemos cambiado tanto los pasos de las danzas? Es más, ¿por qué hemos cambiado danzas completas? ¿Qué pasa? ¿Por qué ocurre o ha ocurrido todo esto?
La danza tiene un orden, una estructura, principios de su propia cosmovisión que la fundamentan. Sin embargo, parece que muchos "danzantes" desconocen los principios –básicos– de la danza, su estructura (de muchas danzas) y el orden que éstas deben tener. Además, la danza es una actividad que viene realizándose desde hace muchos años, décadas, siglos y tal vez hasta milenios; esta tradición dancística, de tanto tiempo, le confiere una estructura muy sólida, ¿por qué queremos “descubrir el hilo negro” de muchas cosas de la danza, si ésta ya quedó bien establecida en muchas de sus formas y maneras por los antiguos?
 
Hay que crear, no inventar o innovar, son cosas diferentes. Creamos o construimos algo cuando lo hacemos con fundamento. De hecho, crear es una obligación de todo ser humano, para eso fuimos hechos. Después de un proceso de formación y de adquisición de un conocimiento determinado, estamos listos para crear, y entonces creamos arte, danzas. Inventar, en términos dancísticos, surge de la nada, me refiero a que no tiene fundamentos ni principios cosmogónicos, simbólicos, culturales, históricos, etc. Me parece que, más bien, surge de la necesidad, inquietud o ánimo del “danzante” de “inventar” su dancita, sin una formación previa, sin un camino recorrido, solamente porque se le ha “ocurrido”. Innovar es lo mismo “cambiar las cosas introduciendo novedades”. En la danza se han introducido muchas “novedades”, estamos cambiando las cosas, estamos cambiando la danza.
Hay danzas que pueden ser una creación (simbólica y artística), pero hay danzas que, definitivamente, desde que se observa su “estructura”, inmediatamente nos damos cuenta de que es un invento, que carece de significado, simbolismo, fundamento. Y si, por ahí tenemos ya varias “dancitas” inventadas, que los jóvenes de nuevo ingreso al camino dancístico desconocen su origen, o simplemente desconocen muchas cosas (esto da para otro tema).

La Mexicayotl (mexicanidad) se ha proclamado a sí misma como el movimiento cultural que enarbola en alto el estandarte de la recuperación, preservación, y difusión de las formas y maneras, en cuanto a la cosmovisión, del México antiguo. De este modo, se intenta instaurar algunas prácticas e ideologías olvidadas, relegadas o dejadas por la tradición conchera, fuente del conocimiento dancístico. Sin embargo, en ese afán de “recuperación” que conlleva a una exclusión de “lo conchero”, no nos percatamos que corremos el riesgo de incorporar ciertos elementos que pudieran no tener ninguna relación con las sociedades del México antiguo, con su cosmovisión, con su cultura, y más específicamente, con la danza.



Ya para que mencionamos la incorporación de muchos elementos o ideologías que nada tienen que ver con el México antiguo. Invadidos por la cultura occidental, los grupos de danza no escapamos a su influencia. Qué decir de las “mezclas” ideológicas en los grupos de danza: esotéricas, asiáticas, metafísicas, new age, etc.
Creo que me estoy desviando del tema principal, pero como ven, “hay mucha tela de donde cortar”, muchos temas que abordar, mucho sobre que reflexionar y opinar.

¿Por qué hemos cambiado tanto los pasos de las danzas? Esta pregunta puede tener muchas y variadas respuestas, conlleva a un análisis nada fácil y en realidad muy complejo, incluso, puede ser tema de un debate ideológico. Sin embargo, quiero dar sólo una respuesta y, desgraciadamente, se responderá con otra pregunta. Sé que no es correcto o “decente” contestar una pregunta con otra pregunta, pero en esta ocasión, la siguiente cuestión arroja mucha luz y claridad al problema planteado. La pregunta la hizo Eduardo Luna, uno de mis alumnos del taller de danza:
¿Por qué los jefes de los grupos de danza azteca han permitido todo lo que está ocurriendo?







Texto de: Yaoehecatl KM